En la época actual en la que vivimos, se puede definir la infidelidad como un fenómeno que no ayuda a la construcción del amor en la familia. Uno de los principales retos que tienen que enfrentarse los matrimonios y las parejas, son las expectativas que pueda tener el uno u otro sobre las necesidades de si misma o mismo.
Es por ello, que muchas veces en las relaciones de pareja se espera que esta la amistad perfecta, la compañía sentimental, la persona con la cual se pueda conversar, sonreír, disfrutar de la vida, sin embargo, se siente una gran decepción cuando esto no sucede.
La infidelidad entonces es una forma problemática de intentar suplir una necesidad a nivel de pareja, lo cual indica que algo no está caminando de la mejor forma, ya sea a nivel personal o de pareja.
¿Qué ocurre cuando se comete infidelidad?
La infidelidad se entiende cuando una persona, con una relación de pareja “estable”, se implica en un contacto intenso de duración variable con otra persona, siendo clarísimos en que no envuelve específicamente, relaciones sexuales, sino mensajes de texto, comentarios en Facebook, insinuaciones o invitaciones a bailar, comer, entre muchos otros.
Sin lugar a duda, la infidelidad conlleva sentimientos de culpa por la traición, temor a ser descubierto, además de miedo a perder lo que se posee, y una irrefutable necesidad de justificarse.
La persona infiel entonces, a través del conflicto y el enfado, aumenta la distancia emocional y personal, con su pareja, lo que disminuye su sentido de responsabilidad, manteniendo distancia suficiente con el otro u otra, para permitir continuar con la aventura.
Antes de suscitarse el evento, algunas señales se presentan, surgen sospechas, menor confianza, mentiras y mayores conflictos, que a su vez llevan a reencuentros de pareja, seguidas de decepción o agravamiento del conflicto.
La infidelidad, constituye un comportamiento que provoca un distanciamiento con los miembros de la pareja, las hijas e hijos, y las respectivas familias de origen, produciéndose diferentes sensaciones y sentimientos como, por ejemplo: deseo, decepción y engaño, pero también miedo y culpa.
Crea un déficit en el nivel de intimidad que resulta dañino y tiende a tener un efecto profundo y negativo sobre los individuos, el matrimonio y los hijos en la familia.
Así bien, podemos entender que la infidelidad más allá del acto esconde algunas señales (hechos) importantes, como lo son:
-Una señal de que la relación no va bien. Una infidelidad constituye la evidencia de un problema en la pareja, es indicadora de que la pareja como conjunto necesita “algo más” o algo diferente en su interacción, y en su vida en general; y por tanto necesita cambiar.
-En algunos casos también tiene que verse como un mensaje indirecto a la pareja, ya que una aventura amorosa puede ser un mensaje dirigido al cónyuge, un llamamiento de mayor atención, una sugerencia de cambio sobre cómo le gustaría que fuese la relación.
-La infidelidad lleva un impacto positivo al individuo, mayor autoestima, confianza en si misma o mismo, y autonomía, dado que la infidelidad no solo se trata de una traición a la pareja, sino también de anhelos, ilusiones, búsqueda de conexión emocional, seguridad y libertad.
-La infidelidad también puede representar, una manera de contrarrestar la desilusión, el vacío y la frialdad.
La infidelidad, está más estrechamente vinculada al tema sexual, sin embargo, si bien las relaciones extraconyugales involucran casi siempre este aspecto, no necesariamente es siempre de esta forma, ya que se puede iniciar una aventura atraídos por el deseo sexual, o también por deseo de mayor intimidad, conocimiento, novedad, entre otros elementos.
Es por esto por lo que la infidelidad, supone una experiencia realmente complicada y devastadora, para el individuo, la pareja y la familia. Genera una serie de sentimientos que abarcan desde los celos, la decepción, mucha ansiedad y culpa. Supone una experiencia desestabilizadora y demuestra la ineficacia para resolver problemas en la pareja, llegando a generar entre el 20% y 30% de los motivos que llevan al divorcio.
Por último, en el tema de la infidelidad, se tiene que entender que lo que evidencia es que esta se da por múltiples factores, pero sobre todo que nace desde los dos miembros de la pareja; si la infidelidad se piensa en términos individuales va ser muy difícil poder salir de esta, sin lugar a dudas y aunque sea muy difícil de aceptar, la infidelidad se da por motivos que nace de la propia relación de la pareja, de alguna forma uno o varios aspectos de la pareja no están teniendo el rumbo esperado, por tanto, el primer paso para superar una infidelidad es entender que ambas personas en la relación con sus acciones o no acciones tuvieron partida en el evento suscitado.
Como tal, la infidelidad tiene efectos realmente complicados en la familia, sufre la pareja, pero sobre todo desde una perspectiva terapéutica, los que llevan en muchos casos un gran peso son las hijas y los hijos, ya que estas y estos ven derrumbados sus sueños de familia estable, además de tener que adaptarse a la idea de vivir con uno y otro cónyuge, esto en cuanto la infidelidad conlleve la separación de la pareja.
Es muy común, en las atenciones diarias que las y los estudiantes presenten algunos desajustes emocionales, derivados por múltiples motivos, no obstante, uno de los que más carga, y desestabiliza son los problemas entre los padres y la imposibilidad de hacer algo para ayudar.
En caso de que se diera un divorcio por este tema, esto conlleva un nuevo ajuste del sistema familiar, con quien se van a quedar las hijas y los hijos, como se van a reorganizar para las visitas, los fines de semana e inclusive en el ámbito económico.
Es sumamente complicado para las hijas e hijos, cuando mamá y papá, después de una infidelidad se separan, pero sobre todo es mucho más complejo, cuando derivado de esta separación las obligaciones parentales comienzan a tambalearse, por lo tanto, algunos de los aspectos prácticos a tomar en cuenta cuando se deriva una separación:
Es por tanto, que todo lo mencionado anteriormente es importante que la familia lo valore, y que se puedan entender que dentro de todos estos procesos, la familia no se encuentra, sola, hay muchos servicios que la familia puede recurrir, con el fin de mitigar los efectos de la separación o sobre todo para luchar por la recuperación y fortalecimiento de la estructura familiar, parte de estos servicios, en Cedes Don Bosco, se cuenta con las compañeras y compañeros del PSICOE; desde su rol de Orientadores y Psicólogos, que con su experticia y conocimiento del tema puede ayudar al sistema familiar a sopesar esta situación de una manera menos desestabilizadora de la familia.